sábado, 17 de enero de 2009

¿qué es el amor?...


Marta Sánchez, pintora panameña, puede dar múltiples respuestas a una sola pregunta: "¿Qué es el amor?" Para la joven pintora, el amor es sentimiento, es vida, es tema central de su obra y es esperanza para seguir adelante.La artista vivió una década en Nueva York, pero está de vuelta en Panamá, país que la vio nacer. Desde su óptica de artista, la ciudad estadounidense era la mejor opción para desarrollar su trabajo, pero su ser interior necesitaba alimentarse de los colores y el vibrante movimiento de su lugar de origen.Es la autora de una colorida exposición pictórica cargada de inocencia, colores, mujeres de pronunciadas curvas y poesía con palabras de amor, dolor y sobre todo esperanza. "Cómo encontrar el amor sin perder la esperanza" es la propia vida de Marta Sánchez revelada en los dos pisos de la Casa Góngora, ubicada en el Casco Antiguo.En noviembre del año pasado estuvo en nuestro país para presentar su primera exposición en Panamá; aquí conoció a su esposo, con quien contrajo matrimonio 10 días después. A mediados de diciembre había vendido sus pertenencias en Nueva York, tras decidir hacer su vida y desarrollar su arte en Panamá.Sus obras llevan implícito un mensaje de esperanza a los sobrevivientes del abuso sexual; la propia pintora se cuenta entre uno de ellos.Marta es de suave hablar, pero de palabras profundas; revela sabiduría y experiencia, aunque no ha cumplido los 30 años.Es un libro abierto y su vida, incluyendo el difícil episodio que marcó su vida a los 16 años, la cuenta en detalle... se siente redimida por el amor -de su familia, amigos, esposo-.
El viaje de MartaAntes de convertirse en la pintora que es hoy, y antes de recibirse en Humanidades en el Spelman College de Atlanta y obtener un doctorado en la Universidad de Virginia, Marta Sánchez era la "pequeña pintora" de su papá. De niña sólo dibujaba, después se puso a pintar con témpera primero porque era económica, luego vinieron otros materiales como acrílico en canvas y luego óleo.La textura del óleo es su favorita hoy por hoy, la que complementa con todo lo que encuentra, desde una pequeña flor seca hasta un pedazo de tela.Lo anterior por hablar de los materiales, pero en cuanto a inspiración todo está dentro de sí, las curvilíneas figuras de las mujeres negras, angelitas que reflejan una época de inocencia y la pluralidad cultural que le han dado sus raíces jamaicanas, estaounidenses y panameñas.En 1998 decidió ser pintora, aunque no tenga cuadros que lo prueben; los de aquella época se vendieron casi inmediatamente. Durante el mismo período que comenzó a exponer, comenzó a propagar su mensaje en contra del abuso; a través de sus pinturas y de sus palabras.El largo camino de Marta, quien sólo tiene 28 años, la ha llevado a exhibir sola en Nueva York, Virginia, y en su natal país y a participar de colectivas en Estados Unidos y en Centroamérica. Como conferencista ha hecho de países como Croacia una plataforma para dar su apoyo a las víctimas.El año pasado llegó a Panamá, adonde se presentó sin pensar que encontraría el amor, pero tal como lo explica la propia artista: "El amor llega a ti cuando dejas de buscarlo".Su "alter ego" es Cleveland Cooper III, con quien sintió afinidad desde el primer momento, a quien le contó cada detalle de su vida con absoluta confianza y de quien descubrió un dibujo idéntico a uno suyo, hecho años antes de conocerse.Marta Sánchez llegó a Panamá para "echar raíces" y sanar heridas con su remedio infalible: el amor.
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